Campamento Granja Escuela
Una granja escuela es una oportunidad única para que los niños descubran el lado más afable de la naturaleza. Entrar en contacto con la vida del campo y los entresijos del mundo rural es para ellos una experiencia que nunca olvidarán.
Descubre aquí todo lo que tus hijos pueden aprender en un campamento de granja escuela
A todos los niños les encantan los animales, y ver todo un nuevo espacio con el que puedan interactuar. Un espacio completamente diferente del que están habituados en clase o si vives en una gran ciudad. Pero lo cierto es que una granja escuela va aún más allá.
A menudo el estilo de vida en una ciudad conlleva a que nuestros hijos tengan carencias de conocimiento en lo que para generaciones anteriores era el pan de cada día, nunca mejor dicho. Por ejemplo, conocer de dónde procede la leche, los embutidos o cómo se recolectan las verduras que consumen día a día.
A veces incluso nos resulta complicado dar respuesta a todas las preguntas que hacen los peques en esa etapa en la que empiezan a descubrirlo todo, con ojos curiosos y espíritu inquieto.
Es por esto que los beneficios de visitar una granja escuela son muy numerosos.
En un campamento de granja escuela, los niños aprenden un sin fin de cosas nuevas mediante un método más efectivo, el descubrimiento por experimentación. Desde entrar en contacto con animales de granja hasta averiguar cómo cuidar de un huerto.
El aprendizaje por descubrimiento en una granja escuela
La granja escuela se convierte, así, en un aula de aprendizaje, pero no una convencional.
Una actividad extraescolar de este carácter permite lo que se llama el aprendizaje por descubrimiento a través del contacto directo con los animales y las plantas.
Y es que el contacto con la naturaleza incide directamente en el desarrollo de las conexiones neuronales en el cerebro, favoreciendo el desarrollo intelectual. Es decir, aprenden de la experiencia de forma activa al aplicar un método educativo directo, distinto al que normalmente están acostumbrados en la escuela.
Con este tipo de actividades se refuerzan aprendizajes previos de tipo didáctico, pedagógico y social, y, por otra parte, se revelan conceptos que podrán relacionar y reordenar en su propio esquema cognitivo. Todo ello les lleva a valorar el entorno rural de una forma mucho más especial, algo que se podrá ver reflejado en su vida cotidiana después de la visita.
Beneficios de un campamento de granja escuela
Independientemente de la edad del grupo, los menores potencian su autonomía personal. Al tomar la iniciativa en las actividades y talleres que realizan en la granja escuela, y al hacer muchas cosas por sí mismos, los niños ganan seguridad e independencia.
Son muchas las ventajas y los beneficios con los que nos encontramos en este tipo de campamentos, además de pasar un fantástico verano haciendo un montón de nuevos amigos:
Beneficios mediante el contacto con animales
- Aprenden a cuidar, alimentar y cepillar a algunos animales de granja: caballos, ovejas, cabras, cerdos, faisanes, conejos y un largo etcétera…
- Diferencian el tipo de animales por su alimentación, así como reconocen las características diferenciadoras de cada uno de ellos.
- Agricultura y jardinería: Verán cómo se cultiva un huerto, conociendo las principales herramientas de labranza y comprendiendo los ciclos naturales de cada producto.
- De dónde proceden algunos de los alimentos que más consumen en su día a día. Así, conocen cómo es el proceso más básico de elaboración al desarrollar algunas de las diversas actividades que pueden hacer en una granja escuela. Por ejemplo: cómo se hace el queso después del proceso de cuajado, o cómo amasar el pan.
Beneficios intelectuales, sociales y psicológicos
- Aprenden valores que favorecen la mejora de sus habilidades sociales.
- Al salir de su entorno más cercano, mejoran su comunicación para hacerse entender, comprendiendo porqué es importante el trabajo en equipo y la convivencia basada en el respeto, el compañerismo, la escucha y el entendimiento.
- Reconocen profesiones relacionadas con los animales y los cultivos hortofrutícolas
Beneficios en la conciencia social y medioambiental
- Aprenden a valorar los beneficios que nos aportan los animales, entendiendo su comportamiento y cómo los seres humanos los necesitamos para sobrevivir.
- Ecología y reciclaje: En muchas visitas a la granja escuela también se refuerza la importancia de los productos ecológicos y por qué se debe respetar al medioambiente mediante el reciclaje.
¿Qué actividades se suelen hacer en una granja escuela?
La respuesta a esta pregunta va a depender en gran medida del tipo de granja escuela a la que acudamos, del tipo de programa educativo que elijamos y, evidentemente, de la edad del grupo.
Los alumnos de Educación Infantil y Primaria cuentan con muchas opciones entre las que destacamos:
El descubrimiento de los animales
Podrán acercarse a todo tipo de animales de granja como cabras, conejos, ponis, burros, vacas, gallinas, ovejas, cerditos…
Lo ideal es que el monitor les hable de cada uno de ellos y que haya un momento de interacción con los animales, con sus crías. Además, pueden ayudar con las actividades más básicas de cuidado y mantenimiento: ordeñar una vaca, recoger huevos de gallinas, la obtención del cuajo de la leche para hacer quesos, etc.
Montar a caballo y clases de equitación
Una actividad que la mayoría de los niños no están acostumbrados y que les suele encantar.
Actividades del huerto
Los pequeños podrán comprender las actividades relacionadas con la labranza del huerto; cómo es el crecimiento de las verduras y hortalizas, ver qué partes son las comestibles, etc.
Talleres de artesanía
Existe una gran variedad de talleres para niños de todo tipo, como por ejemplo para realizar jabones, velas o ambientadores, etc.
Vivero
Se parten conocimientos en relación a las plantas que más conviene cuidar, se enseña a regalarlas y a diferenciar algunas de las más destacadas en la zona.
Talleres de cocina y panadería
Talleres de cocina y panadería para aprender a elaborar pan, magdalenas o algún tipo de bollería, de la forma más natural.
Práctica de orientación
Como estaremos en plena naturaleza, también puede ser una buena ocasión para dar a los menores pautas de orientación. Muchos monitores y monitoras elaboran un itinerario para que los niños y las niñas puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos, reconociendo árboles y otras plantas autóctonas.
